Un emprendimiento familiar de varias generaciones, pionero en posicionar esta delicia dulce en el mercado ecuatoriano. 

Era el año 1898 cuando el español Pedro Conde Hernández, profundamente enamorado de Juanita Flor Gutiérrez, un día, como acto de amor, al no tener un obsequio que brindarle por su aniversario, preparó con sus manos unos palitos de harina, conocidos en la actualidad como barquillos. 

De esta manera nació un pequeño negocio, el cual ha permanecido a través de los siglos, introduciendo este dulce a los hogares ecuatorianos y convirtiéndose en un emblema de la repostería artesanal. Este 2023, Barquillos Flor de España cumple 125 años de existencia. 

Jaziel Merari Conde Loor, bisnieta de quienes fundaron la empresa y actual propietaria comenta que, al ser un producto tradicional artesanal, corre riesgo de ser destituido por nuevos productos en el mercado actual. “Sin embargo, nuestra receta y el sabor del barquillo sigue enamorando a las nuevas generaciones”, dice.

Un socio histórico

En sus inicios, los barquillos se vendían informalmente, gritando por las calles del Centro Histórico la siguiente copla: “Barquillitos de leche y canela, para la abuela que no tiene muelas”. De esta manera eran identificados por los consumidores. 

Como Flor de España precede la existencia de Corporación Favorita, su ingreso en lo que en ese entonces era ‘La Favorita’ fue un desafío significativo. “Mi padre fue el encargado de las negociaciones hace varias décadas. Comercializar nuestro producto en lo que sería la cadena comercial más grande del Ecuador nos permitió superarnos y crecer conjuntamente. Cumplir con la cantidad de pedidos, considerando que nuestro producto sigue siendo artesanal, es un reto diario”, explica la emprendedora. 

En la actualidad, Flor de España está presente tanto en Supermaxi como en Megamaxi. También se comercializa a través de Tipti. 

Visión a futuro

El emprendimiento aún fabrica su producto con la receta original de hace más de 100 años. La empresaria comenta que la masa se elabora cada mañana y que nunca se la conserva de un día para el otro, porque la calidad del barquillo se deteriora. Esto complica las operaciones, pero conserva las cualidades del producto. Lo que no se vende se guarda en las bodegas y se lo entrega en donación. 

En un futuro cercano, la empresa espera expandir su alcance a todos los formatos de autoservicios de Corporación Favorita, además de desarrollar y codificar nuevos productos. 

Consejo para emprendedores

“Aconsejo a mis compañeros emprendedores no rendirse, enamorarse de su emprendimiento y aprender todo lo que puedan. Es importante capacitarse todo el tiempo, estudiar muy bien el producto y el mercado. La perseverancia es algo que deben tener en mente, muchos negocios se rinden porque no ven resultados desde el primer mes, pero eventualmente, las cosas mejorarán”.