65 años endulzando su hogar

65 años endulzando su hogar

65 años endulzando su hogar

Los Suspiros La Delicia son parte de la tradición dulce en las mesas de los ecuatorianos. Este año cumplen un importante aniversario.


Fue en 1958 cuando María Lidia Velásquez inició un pequeño emprendimiento, fabricando suspiros, un dulce siempre apetecido. Llamó a su empresa La Delicia. De esta manera inició una marca emblemática en el mundo de los dulces empacados, que encontró en Corporación Favorita un aliado estratégico, el cual permitió un crecimiento en conjunto, permaneciendo en el mercado por más se seis décadas. 

En la actualidad, la empresa ha aumentado su producción y diversificado su portafolio. Mónica Gálvez, propietaria e hija de María Lidia, comenta que el reto de Suspiros La Delicia siempre ha sido “seguir avanzando sin decaer, conforme el paso de los años, además de mejorar nuestro producto en cuanto a imagen y distribución”. 


Un gran socio

Casi a la par con el inicio de sus operaciones, la marca logró ingresar a lo que en ese entonces era el primer autoservicio del país: La Favorita, ubicado en las calles Amazonas y Robles, en Quito, inaugurado a penas un año antes. 

El ingreso fue de la mano de María Mercedes Ayora Avellán. De esta manera, Suspiros La Delicia fue uno de los primeros proveedores de lo que llegaría a ser la cadena comercial más grande del Ecuador. “Gracias a su apoyo, tenemos ya 65 años en el mercado. Día a día brindamos lo mejor de nosotros para llevar a nuestros clientes un producto de calidad, conocido por generaciones”.

De momento, su producto está disponible en los principales puntos de venta de Corporación Favorita, con sus variedades tradicional y sabor a sandía. Próximamente, gracias al apoyo de la Corporación, ingresarán a la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI). 


Operaciones eficientes

En la actualidad, la empresa cuenta con cinco colaboradores directos en nómina y emplean a algunas personas externas cuando lo necesitan. 

Las operaciones de la compañía han ido evolucionando con los tiempos. “Desde algunos años atrás realizamos obra social, especialmente en la Navidad, entregando un poquito de amor a personas de vulnerabilidad. Con lo que respecta a ser una empresa ecoamigable, la parte del desecho de nuestra materia prima va directamente a un invernadero que elabora abono orgánico para las plantas”. 

En un futuro cercano la emprendedora espera que Suspiros La Delicia empiece a posicionarse en mercados internacionales. 

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