viernes 6 de septiembre de 2024

Alimentación asertiva para diabéticos

Alimentación asertiva para diabéticos

Alimentación asertiva para diabéticos

Una de las recomendaciones estándar para un diabético tipo II es cambiar sus hábitos alimenticios. Pero, ¿cuál es la dieta más saludable?

En las últimas tres décadas, la prevalencia de la diabetes tipo II ha aumentado drásticamente en países de todos los niveles de ingresos. Esta enfermedad está relacionada con el sobrepeso, la obesidad y la inactividad física. Aunque los factores genéticos también influyen en su desarrollo, estos no son determinantes. Por esta razón, los cambios en la alimentación diaria son necesarios, principalmente para apoyar la pérdida de peso. Probablemente ha escuchado que debe seguir una «dieta saludable», pero ¿qué significa esto exactamente? A continuación, desglosaremos algunos puntos que le permitirán identificar una alimentación adecuada para usted:



1. Consuma alimentos naturales y mínimamente procesados: La dieta mediterránea es, a menudo, considerada el modelo ideal para el tratamiento de la diabetes tipo II, debido a su alto contenido de alimentos naturales. Es solo un ejemplo de una alimentación nutritiva. En general, las dietas «saludables» se caracterizan por reducir significativamente la ingesta de comida chatarra e incluir una variedad de alimentos naturales preparados en casa. Estos alimentos son fácilmente identificables porque vienen en su forma natural, como frutas, vegetales, legumbres y carnes magras. En Ecuador, disponemos de una gran variedad de alimentos naturales que podemos aprovechar para componer una dieta saludable con productos locales.

2. La calidad de los carbohidratos importa más que la cantidad: Las guías dietéticas para la diabetes de varias instituciones recomiendan que los carbohidratos constituyan entre el 45-60% de las calorías diarias, un porcentaje similar al recomendado para la población general. Sin embargo, es crucial que provengan de fuentes ricas en fibra y carbohidratos complejos, como cereales integrales, frutas, legumbres y vegetales.



3. Debe ser fácil de seguir y mantener a largo plazo: Es cierto que reducir el peso ayuda a controlar la diabetes y evitar sus complicaciones, pero el objetivo principal es cambiar sus hábitos a largo plazo. Por ello, la pérdida de peso debe ser una consecuencia de una alimentación completa, balanceada y saludable. Las dietas restrictivas, aunque pueden dar resultados inmediatos, no son recomendables porque son difíciles de mantener, provocan ansiedad y pueden causar un efecto rebote en el peso, además de posibles deficiencias nutricionales. Evite dietas que supriman grupos completos y que polaricen a los alimentos como “buenos” o “malos”.

4. Un plan de alimentación personalizado: Existe evidencia científica de que los cambios en la alimentación tienen más éxito cuando se realizan a través de un plan personalizado. No todos responden de la misma manera a una dieta específica, por lo que es importante hacer ajustes individuales. Recibir atención de una nutricionista especializada es fundamental para obtener un plan de alimentación personalizado y recibir acompañamiento durante el proceso.

Con estas breves pautas, esperamos que tenga un panorama más claro de lo que significa una dieta saludable. Recuerde que lo importante es seguir un plan de alimentación basado en alimentos naturales e incluir una variedad de los mismos. Y, lo más importante, sea paciente con los cambios. Estos toman tiempo porque implican crear nuevos hábitos.

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