Si no son de gran tamaño, el lavado de estas prendas lo pude realizar en casa. Con estas sugerencias el trabajo será más fácil.
La limpieza de colchones, almohadas y edredones es importante para todos y especialmente para aquellas personas que tienen problemas con las alergias. Su limpieza es tan importante como la de las sábanas porque de esa manera se evita la acumulación de las bacterias y ácaros. Sin embargo, es fundamental leer primero la etiqueta para saber qué cuidados necesita cada prenda y de qué material está fabricada. Así sabrá si puede utilizar la lavadora y la secadora, y en ese caso, qué programa es el más adecuado.
EDREDONES
• Frecuencia: Dependerá del uso que tenga. Pero, tome en cuenta que deberá lavarlo en un día soleado para que pueda secarse por completo. Si lo lava antes de guardarlos, evitará que aparezcan olores desagradables. Antes de lavarlo verifique que no haya roturas.
• Detergente: Use detergentes y jabones suaves, de preferencia sin perfume y evite el suavizante. Antes de meterlo en la lavadora, disuelva el detergente en agua tibia y lávelo con el ciclo delicado. Asegúrese que no quede detergente en el edredón, sino vuelva a enjuagarlo.
• Plumas: Para este tipo de edredones no utilice detergentes ni suavizantes y lo mejor es emplear agua tibia y un jabón suave, como los de tocador. Si tiene alguna mancha difícil de sacar use detergente líquido. Para no arrugarlo retire el exceso de agua apretando suavemente.
• Secado: Si la secadora no dispone de programas específicos para cada material, seleccione uno delicado a baja temperatura. De lo contrario séquelo en la sombra para que no pierda color. Antes de guardarlo, sacúdalo para que se esponje y recupere su grosor.
ALMOHADAS
• Material: Las almohadas pueden ser de látex, plumas, viscoelásticas o sintéticas. Si son de los dos últimos tipos, no hay problema en meterlas en la lavadora. Si son de pluma sumérjalas en agua jabonosa y apriete suavemente, enjuague y el exceso de agua retírelo con una toalla. Séquelas al aire libre.
• Detergente: Por su tamaño, son más manejables. Emplee detergente líquido para prendas delicadas, ante la duda, menos es siempre mejor que más, ya que la sobredosificación puede provocar que los tejidos no queden tan suaves y aparezcan manchas.
• Una por una: Lave cada almohada individualmente e introduzca un par de pelotas de tenis para que ayuden a distribuir la prenda dentro del tambor y que no se apelmace. Así, los resultados de lavado serán mejores. Realice un aclarado extra para eliminar cualquier resto de jabón.
• Secado: Si las almohadas son aptas para la secadora, utilícela, es más cómodo y rápido, además evitará que les dé el sol y pierdan color. Antes de guardarlas asegúrese de que estén completamente secas, porque acumulan mucha humedad y se pueden deteriorar.