La importancia de las abejas radica en su papel en el ecosistema. La producción de la alimentación y biodiversidad mundial depende de ellas.
La miel es la sustancia natural dulce, producida por abejas, a partir del néctar de las flores y de otras secreciones extra florales. Es uno de los alimentos más primitivos, que el hombre aprovechó para nutrirse, ya que es una gran fuente de energía, estimula la formación de glóbulos rojos y ayuda a incrementar la producción de anticuerpos.
En la actualidad, una de las principales preocupaciones de los
productores apícolas para seguir manteniendo la aceptación de la miel en el mercado nacional e internacional es garantizar su calidad e inocuidad. Por ello, la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (AGROCALIDAD), a través de la Coordinación General de Inocuidad de los Alimentos, emitió la Resolución 0053 ‘Guía de Buenas Prácticas Apícolas’, en la que se establecen los requisitos técnicos aplicables a toda la cadena primaria de producción apícola, orientados en asegurar la protección de la higiene, la salud humana, el ambiente, la mejora de las condiciones de los trabajadores y el bienestar animal.
Estos requisitos se consideran para la correcta extracción de miel y son demandados para el acceso a mercados. Por ejemplo, la sala de extracción debe constituirse en instalaciones acondicionadas exclusivamente para este propósito, con equipos, utensilios y medidas de higiene, que eviten el riesgo de contaminación de la miel por factores físicos, químicos o microbiológicos.
No hay que olvidar que, para la obtención de miel, es importante un adecuado manejo desde el apiario, cuidando la higiene del personal, evitando el ingreso a personas ajenas y utilizando vestimenta apropiada para la actividad apícola. Las condiciones de almacenamiento son un punto crítico en la cadena de producción, proceso, envasado y comercialización de la miel.
Si no se cuenta con las condiciones para un correcto almacenamiento, la miel sufrirá modificaciones que afectan su calidad.
Ante esto, AGROCALIDAD se encuentra fortaleciendo la producción apícola nacional, a través de capacitaciones a los apicultores, para que implementen los requisitos establecidos para la obtención de una certificación en Buenas Prácticas Apícolas, servicio que actualmente es gratuito para productores que inician con el proceso y tiene una duración de tres años.
