Fortalezca su sistema cardiovascular y ejercite su cuerpo realizando una de las actividades físicas más seguras.
Una actividad cotidiana a la que le puede dar un giro para favorecer su salud. Abordar la caminata como ejercicio es algo que todos pueden hacer, sin importar su edad, condición física o si tienen alguna lesión.
Los expertos indican que el caminar tiene un impacto menor que trotar, pero si se lo realiza de la forma adecuada, ofrece el mismo beneficio. Se puede aumentar o reducir la velocidad, de acuerdo a las capacidades. Es una actividad cardiovascular que ayuda al corazón y activa la circulación sanguínea. Oxigena el cuerpo, trabaja piernas, hay movimiento de brazos y, si se sostienen unas pesas pequeñas, inclusive puede tonificar ciertos músculos.
Lo ideal es iniciar el entrenamiento de una forma progresiva, realizando una caminata en donde la persona sienta que comienza a agitarse y su actividad alcance alrededor del 80% de su capacidad aeróbica. El objetivo es darle retos al cuerpo para que vaya aumentando su condición física.
Eventualmente, la persona puede aumentar el tiempo, la intensidad y empezar a trotar o realizar un power walk, con subidas, bajadas y terreno desigual, que tiene un beneficio similar.
Cómo pisar. La pisada correcta tiene que ser talón, pie y punta. Lo óptimo es usar todo el pie y los dedos deben ayudar a impulsarse. Algunas personas pisan con más peso hacia afuera y otros con más peso hacia dentro. Son supinadores (afuera) y pronadores (adentro). Esto genera desbalance muscular, que puede desembocar en lesiones en la cadera y rodilla. Es importante identificar el tipo de pisada que se tiene y ver zapatos especiales que lo corrijan y pongan al pie lo más neutro posible.
Caminadora vs exteriores. Realizar esta actividad en la caminadora es más seguro porque las bandas tienen un colchón que ayuda a reducir la tensión o el impacto en las articulaciones, el cual sí se genera al pisar en cemento. Sin embargo, al caminar en exteriores se disfruta del paisaje, del aire libre y la actividad es menos monótona.
Experto en 90 días. Día 1. Inicie con una caminata de 25 a 30 minutos al menos tres veces por semana. Antes de empezar, realice una caminata suave por cinco minutos. Estire las piernas, músculos, afloje la espalda y dedíquese a entrenar. La actividad debe ser a un ritmo que sienta que está haciendo un trabajo.
Día 45. Aumente el tiempo y la intensidad. Si incrementar el tiempo le es imposible, aumente la velocidad y realice un trote suave.
Día 90. Establezca metas y determine qué quiere hacer. Póngase tiempos, distancias y retos. Una opción válida es combinar entre trotes lentos y caminatas en donde varíen los terrenos, con pequeñas subidas o aumentando la velocidad. Este entrenamiento cruzado es bueno para evitar que el cuerpo se acostumbre a lo mismo y entrene en diferentes aspectos.
Los esenciales. Zapatos. Adquiera zapatos cómodos y específicos para esta actividad. Asegúrese de que sean lo suficientemente amplios y largos, pues el pie tiende a dilatarse cuando camina o corre deportivamente.
Sombrero, gafas y bloqueador. Si va a realizar una caminata en exteriores, es aconsejable que, además de mantenerse bien hidratado, cuide su piel del sol con gafas, bloqueador solar y gorra o sombrero.