Hablar más de una lengua es una capacidad que le traerá beneficios en su forma de ver el mundo.
Saber más de un idioma sirve para más que comunicarnos cuando viajamos o desenvolvernos en el trabajo. Literalmente, cambia nuestra manera de ver el mundo. Esta habilidad tiene múltiples beneficios, ya que implica un proceso complejo en el que seleccionamos -escogemos las palabras y sonidos que se van a usar-, ordenamos -organizamos de una manera que tenga sentido- y producimos -ejecutamos los movimientos articulatorios para la producción del lenguaje-. Imagínese, todo lo que pasa en el cerebro de los bilingües en apenas segundos.
Agilidad mental
Esto también se cumple en las personas que aprenden una segunda lengua, de acuerdo con un reciente estudio publicado en Annals of Neurology. La gente que habla dos o más idiomas mostró mejores capacidades cognitivas, especialmente en los tests de inteligencia general y de lectura.
Multitareas
La gente que habla dos idiomas puede ser más rápidos al cambiar de tarea, de acuerdo con un estudio de Child Development. En el análisis, tanto pequeños bilingües como monolingües tenían que observar imágenes de animales en una pantalla. Cuando se les pidió que pulsaran un botón para cambiar las imágenes, los que sabían otra lengua lo hicieron más rápido.
Adaptabilidad
Según un estudio de The Journal of Neuroscience, los adultos que hablan dos lenguas desde su infancia tienen más facilidad para adaptarse a una circunstancia nueva o inesperada. En el estudio, los bilingües lo hicieron con más rapidez y además determinadas partes de su cerebro necesitaron menos energía para llevarla a cabo.
Mejor léxico
La gente que habla dos lenguas puede procesar ciertas palabras más rápido, sobre todo si dicha palabra tiene el mismo significado en ambos idiomas, según un estudio de Psychological Science. Esto sugiere que su cerebro necesita menos tiempo para procesarla, explicó Scientific American.