No somos solo lo que comemos, sino lo que logramos digerir y asimilar.
Los alimentos se digieren de diferentes maneras, con diversas enzimas y a distintas velocidades. Ahí radica la importancia de saber combinarlos. Las proteínas, por ejemplo, se descomponen con un PH muy ácido, mientras los carbohidratos lo hacen con enzimas alcalinas. Si se mezclan enzimas opuestas (ácidas y alcalinas) se anulan mutuamente y no son óptimas para la digestión de ningún alimento. Otro ejemplo son los productos que se descomponen rápidamente, como las frutas. Si se las consume después de un alimento de lenta digestión, como la carne, deben esperar demasiado tiempo para llegar al intestino. Entonces se fermentan y producen gases e hinchazón.
Un par de reglas básicas serían: evitar comer carbohidratos y proteínas al mismo tiempo, comer frutas por sí solas y evitar combinar frutas ácidas y dulces.
De la mejor manera
Existen mezclas de alimentos que pueden mejorar o disminuir la absorción de nutrientes específicos. En el caso del hierro, los alimentos que reducen su absorción son el café, vino y cerveza.
Por su parte, la vitamina C, que se encuentra en frutas cítricas, pimientos y tomates, ayuda a su absorción. Si está tomando suplementos de hierro es mejor ingerirlos con un jugo de naranja.
En relación a la asimilación del calcio, esta es inhibida por la cafeína y el alcohol, pero necesita vitamina D que recibimos del sol, y el magnesio de alimentos como la espinaca o la quinua.
La cúrcuma, conocida por sus efectos antiinflamatorios y digestivos, se debe ingerir con algo de grasa. Esto debido a que incluye la curcumina, un componente liposoluble que se asimila con la ayuda de grasas.
2 comentarios
Soy Bélgica Soria me parece muy interesantes todos los temas. No he parado de leer uno tras otro. Gracias por sus conocimientos Doctora 👍🙏❤
Estimada Bélgica muchas gracias por su comentario. Nos alegra saber que el contenido de la revista es de su interés.