Es una respuesta común del cuerpo humano, sobre la que hay diversidad de creencias, muchas veces equivocadas.

Entender la transpiración femenina es clave para tomar eficaces medidas contra esta situación, prevenir olores corporales molestos y no ser una víctima más del sudor no deseado. Controlarlo, anticiparse a los efectos estéticos que produce o inclusive cuidar su ropa, es posible. Pero primero, hay que conocer qué es cierto, qué es un mito y actuar con asertividad. A continuación, le presentamos cuatro creencias comunes:

La transpiración causa olores corporales

FALSO

Este es un mito común, pero es falso. El sudor es esencialmente 99% agua y 1% sales, lo que lo hace básicamente inoloro. Sin embargo, al mezclarse con bacterias que se encuentran en la superficie de la piel, las cuales descomponen lípidos y proteínas en la humedad de las glándulas apocrinas, se genera un molesto olor, el cual es comúnmente llamado sudor.

El sudor mancha la ropa

VERDADERO

El sudor es transparente. No obstante, cuando se combina con las bacterias, grasa y aceites naturales en la piel, puede desprender una tonalidad amarillenta en la ropa, particularmente en el área de las axilas. En ciertas prendas blancas es en donde el problema se evidenciará más, pero las que son oscuras lo podrán esconder.

El sudor ayuda a perder peso

FALSO

Es una creencia cotidiana pensar que, al ejercitarnos, el sudor que desprendemos refleja la pérdida de peso y que mientras más se suda, más efectivo es el entrenamiento. Esto es incorrecto. La función de la transpiración es bajar la temperatura del cuerpo. Al sudar se pierde agua, por ende, peso de agua. Al re hidratarse, lo recupera.

El talco hace que el sudor excesivo bajo el brazo desaparezca

FALSO

Se dice que aplicar talco bajo el brazo es una buena medida para restringir la cantidad de transpiración, pero, en realidad, esto puede causar más problemas que soluciones. El talco eventualmente se humedecerá con el sudor, lo que puede dañar la ropa y provoca una sensación incómoda.

Desodorante vs Antitranspirante

Muchos piensan que el desodorante y antitranspirante cumplen las mismas funciones, pero este no es el caso. El desodorante no disminuye el sudor exactamente, pero elimina el olor mediante glicoles que apartan las bacterias que lo causan, mientras provee un aroma que lo disimula. Por su parte, el antitranspirante cuenta con sales de aluminio, las cuales disminuyen la actividad sudorípara y, por ende, la sudoración. También cuentan con fragancias que disfrazan posibles olores que se filtran.

Los alimentos influyen

Aunque el sudor no tiene aroma, ciertos alimentos se pueden manifestar mediante la transpiración e influenciar su olor. Especias como el curry, ajo y el alcohol pueden ser percibidos en la sudoración.

El antitranspirante, ¿cuándo lo uso?

El antitranspirante debe ser aplicado en seco. Si se lo pone después de la ducha, en piel húmeda, su trabajo no será tan efectivo, pues una gran parte se perderá con el agua.