Es un excelente aliado nutricional, que debe ser parte de su dieta habitual. Descubra todos sus beneficios.

Es una de las leguminosas más populares y consumidas por los ecuatorianos, que destaca por sus increíbles beneficios nutricionales, es buena fuente de proteína vegetal y se emplea para todo tipo de platillos de sal. Estrella en las menestras, sopas y ensaladas, el fréjol es un aliado infalible de la cocina y debe aprovecharlo en todas las etapas de la vida. En el mercado encontrará diversidad de tipos de este alimento, cada una con cualidades y beneficios específicos, las cuales detallo a continuación:

Fréjol rojo. Una taza de esta variedad nos proporciona alrededor de 15 gramos de proteína vegetal. Es fuente de ácido fólico, vitamina B9, vitamina K y tiene gran cantidad de hierro, por lo cual se recomienda esta opción para personas que tienen problemas de anemia.

Fréjol canario. Esta opción tiene una cocción más fácil con respecto a las otras alternativas y entre sus beneficios más notables está su gran aporte de vitaminas del complejo B y calcio. Su digestión es más fácil, aunque su contenido de proteína vegetal es menor a la del fréjol rojo.

Fréjol panamito. También conocido como fréjol blanco, su cualidad más destacable es que contiene antioxidantes, por lo que su consumo se recomienda para prevenir el cáncer. Es un alimento desinflamante, bajo en calorías y su cantidad de carbohidratos es menor en relación a otros tipos. Contiene fibra y Omega 6, lo que lo hace un excelente cardioprotector. 

Fréjol negro. Esta opción, debido a su coloración oscura, hace que tenga una gran cantidad de hierro, además de carbohidratos saludables, que aportan energía al organismo. Es bajo en calorías y previene enfermedades neurodegenerativas debido a la gran cantidad de molibdeno y ácido fólico que contiene.

¿Tierno, seco o enlatado?

Es importante tomar en cuenta que el fréjol, tanto tierno como seco, tiene gran cantidad de nutrientes, que se encuentran solo en las leguminosas. Este alimento se caracteriza porque proviene de una vaina y, dependiendo de cuál vaya a ser su uso, se lo deja tierno o seco.

Todos los granos secos tienen sus nutrientes de manera intacta. Están esperando el momento a que sean procesados. Pero, al ser alimentos con demasiada fibra y carbohidratos llamados oligosacarosa, consumirlos hace que nuestro intestino trabaje más al momento de digerirlos, lo que puede causar inconvenientes. Sin embargo, se debe seguir un proceso para que su consumo no cause problemas y a su vez, podamos aprovechar todos los increíbles beneficios que contiene:

• Para consumir fréjol seco de la mejor manera, debe estar mínimo 12 horas en remojo. Luego de esto se debe lavar meticulosamente para proceder a cocinarlo.

• Se recomienda, al momento del remojo, colocarle una pizca de bicarbonato.

• Cuando vaya a consumirlo, evite mezclarlo con otros alimentos de la misma familia, como lenteja porque comerlos juntos podría causar flatulencias o inconvenientes similares.

Por su parte, el fréjol tierno no debe pasar por el proceso anterior, aunque es importante observar que esté bien cocinado. Caso contrario podría causar afecciones a la salud intestinal y digestiva.

Asimismo, en el mercado encontramos fréjol enlatado de diversos tipos. Este tiene la facilidad de que su consumo es inmediato, por lo que se evitan los procesos largos de cocción. Esta variedad conserva los nutrientes en grandes proporciones, pero debemos tomar en cuenta que todo enlatado tiene conservantes y aditivos los cuales, en exceso, no son recomendable para la salud, sobre todo para personas que padecen de hipertensión.