Para mantener su textura y posponer las arrugas, la humectación del rostro es un paso que no debe ignorar.
Uno de los rasgos estéticos más atractivos en una persona es una piel bien cuidada y puede conseguirlo de muchas maneras. La clave de la belleza radica en una piel impecable, donde la hidratación correcta es el secreto.
Es importante prestar la atención adecuada a la humectación dérmica porque, si se inicia con buenos hábitos desde la juventud, actuará como la primera barrera de protección contra agentes externos, como bacterias, virus y hongos. El tratamiento al que se debe someter al cutis varía de acuerdo al tipo de piel.
• Si se tiene la piel seca, es importante buscar hidratantes en crema.
• Si ésta es grasa, puede ser propensa al acné, por lo que es recomendable emplear humectantes suaves, en gel, que no tapen los poros.
• Si la piel es mixta, no es ni grasa ni seca y se aconsejan productos a base de agua.
• Si es sensible, es bueno buscar humectantes con ingredientes calmantes, libres de alergénicos.
Cómo hacerlo
Un plan eficiente para cuidar la piel involucra, independientemente de su tipo, un aseo correcto. Es importante lavar el rostro dos veces al día con un sustituto de jabón que tenga el pH indicado. Evite jabones que hagan espuma, pues remueven los lípidos naturales de la piel, los cuales la hidratan naturalmente.
Es esencial humectarla tanto en el día como en la noche. Durante el día, es básico el uso de bloqueador solar. Lo puede usar en crema si su piel es seca o en gel o emulsión si es grasa, mixta o sensible. No olvide re aplicarlo cada tres horas desde la 09:00 y adquirir un SPF mayor a 30.
En las noches, aplique hidratantes suaves para nutrir y rejuvenecer su aspecto. Conforme avanzan los años, puede buscar cremas con propiedades anti edad.