Una excelente forma de hacer los entrenamientos más variados y divertidos es realizarlos en compañía de su pareja, un familiar o un amigo.
Encontrar la motivación y el tiempo para hacer ejercicio resulta difícil, pero aún más complicado es realizarlo de manera constante. Como dos personas tienen más fuerza de voluntad que una, entrenar en pareja es una gran manera de vencer las excusas. Ser un equipo de dos permite darse apoyo y ánimo mutuo.
Practicar deporte en conjunto también aporta beneficios a las relaciones amistosas, familiares o de pareja. Optimiza la comunicación y empatía, la posibilidad de pasarlo bien juntos y compartir objetivos comunes.
Además, el hecho de hacer ejercicio con alguien amplía el abanico de posibilidades y de crear rutinas, utilizando, únicamente, el peso y la fuerza del otro. Sentadillas, planchas, flexiones y más.
Flexiones de pecho con aplausos
Puede verse fácil en un principio, pero coordinar con otra persona añade un grado de dificultad. Se trata de una flexión convencional, pero los dos deberán hacerla al mismo tiempo, con las cabezas apuntando la una hacia la otra. Al llegar arriba, chocarán las manos de manera alterna. Si el esfuerzo físico le parece demasiado, es posible realizar las flexiones apoyadas sobre las rodillas.
Sentadillas espalda con espalda
Este ejercicio es, quizás, el que mayor variedad aporta, dependiendo de la creatividad y objetivos de la pareja, ya que se puede realizar en su versión más simple o con saltos. Para esto, deberán ponerse de espaldas uno con el otro y bajar hasta que las rodillas queden a 90 grados. Mantengan esta posición por el mayor tiempo posible.
Abdominales clásicos
Un movimiento simple, pero efectivo. Uno de los dos se acuesta con la espalda apoyada en el suelo, dobla las rodillas con los pies en el piso y comienza a hacer el ejercicio. La otra persona sujetará las piernas para facilitar el movimiento.
Tijeras con peso
Ubicarse junto a su compañero, con la espalda recta, la vista al frente y una mancuerna en cada mano. Adelantar una pierna hacia delante, dejando estirada al máximo la que queda detrás. La pierna que se adelantó es la que equilibrará y la otra es la que trabajará.