Una piel bien cuidada es sinónimo de belleza. Desde edades tempranas priorice la humectación constante, así prevendrá las arrugas y reducirá imperfecciones.

Conservar un cutis suave y terso es más que un capricho de belleza. Es una necesidad que se debe poner en práctica para mejorar la apariencia personal. Una piel sana realza el aspecto de cualquier persona, particularmente si se la hidrata adecuadamente. Sin embargo, conseguir este propósito requiere de una serie de cuidados específicos.

La limpieza constante es el primer paso para mantener un cuidado epidérmico adecuado. La doctora Esmeralda Terán, especialista en dermatología estética, sugiere lavar el rostro dos veces al día y escoger adecuadamente los productos de cuidado personal, como jabones especiales que cuenten con propiedades hidratantes y sean amigables con la piel.

Además, hay que tener en cuenta la protección solar permanente. Una piel expuesta al sol sin cuidados termina arrugada y con menos elasticidad. Es importante elegir el bloqueador adecuado, con un factor superior al SPF 30, y aplicarlo cada tres horas en las áreas expuestas, inclusive en días nublados o lluviosos.

El tipo de piel importa

Un aspecto fundamental que se debe tener en cuenta antes de humectarla es determinar el tipo de piel que se tiene. Sea seca, grasa, mixta o sensible, los productos que se deben usar para cada una difieren ampliamente entre sí y son específicos para cada caso.

• Un cutis con exceso de grasa es propenso a desarrollar acné y se encuentra naturalmente húmedo. Sin embargo, es bueno aplicar un hidratante suave, particularmente si se tiene el hábito de usar productos que controlan la grasa, los cuales pueden secar el rostro. En este caso conviene usar productos ‘no comedogénicos’, a base de agua, que no taparán los poros y usar bloqueadores solares en gel o emulsión.

• El cutis mixto no es ni seco ni graso. Para mantener su humedad natural, la especialista recomienda usar un hidratante suave a base de agua. “Después de limpiar el rostro se puede usar una crema muy ligera para humectar por la noche”, indica. Las personas que tienen este tipo de piel pueden escoger entre una amplia variedad de protectores solares.

• La piel sensible es la más propensa a irritaciones, enrojecimiento y sarpullidos. Su cuidado debe ser delicado, por lo que es necesario escoger productos con ingredientes calmantes, como la manzanilla o el aloe y que no tengan alergénicos como fragancias fuertes o colorantes y aplicar protectores solares hipoalergénicos.

La doctora Terán tiene piel seca y ha establecido una estricta rutina diaria de cuidado. “Al despertarme lavo mi rostro con un jabón sensible que no haga mucha espuma. Durante el día uso protector solar en loción, que es el mejor para mi tipo de piel. En la noche vuelvo a lavar mi cara y me aplico una crema hidratante muy suave para dormir”.

Consejos útiles

• No restringa el sueño. La falta de horas de descanso desata una serie de reacciones en cadena que terminan reduciendo la producción de colágeno, restitución de la barrera cutánea y la renovación de células. El cutis lucirá apagado, seco y propenso a la formación de arrugas.  

• La hidratación interna es también importante. El agua ayuda a remover impurezas y permite que la piel luzca suave y naturalmente húmeda. Es recomendable beber mínimo dos litros u ocho vasos de líquidos al día.

• Las áreas más secas del cuerpo son los codos, rodillas y pies. No olvide tomarlas en cuenta a la hora de humectar el cuerpo. • Las duchas largas con agua caliente resecan la piel. Es bueno tomar duchas cortas y aplicar productos hidratantes inmediatamente después del baño.