Es un término italiano que significa «a la mordida» o «firme al morder». Se refiere a la textura ideal de la pasta cuando está cocida, donde aún conserva cierta resistencia, sin estar demasiado blanda.
La elección entre pasta delgada y gruesa depende del tipo de salsa y del plato que esté preparando. Las pastas delgadas, como el cabello de ángel, suelen ir bien con salsas ligeras, mientras que las pastas más gruesas, como las penne o las rigatoni, son mejores para salsas más sustanciosas, como la boloñesa.
No se recomienda cortar la cocción de la pasta con agua fría. Este método puede detener el proceso de cocción, pero también elimina el almidón necesario para que la salsa se adhiera a la pasta. Es mejor escurrir la pasta cuando esté al dente y utilizarla inmediatamente en la preparación de la receta.
Agregar sal al agua de cocción de la pasta es una práctica común y se recomienda. La sal realza el sabor de los fideos. En cuanto al aceite, no es necesario agregarlo al agua de cocción, ya que puede hacer que la salsa resbale. Sin embargo, agregar un poco de aceite de oliva a la pasta lista es una opción al servirla para evitar que se pegue.
La elección de colocar la salsa sobre la pasta y mezclar o servirla aparte depende del plato y la tradición culinaria. En la cocina italiana auténtica, se mezcla la pasta y la salsa antes de servir para asegurar una distribución uniforme de los sabores. Sin embargo, en algunos platos más elaborados, la salsa puede servirse aparte para permitir a cada comensal personalizar su plato.
La pasta es una fuente rica de carbohidratos y es un alimento que se puede incluir tanto antes como después de entrenar. Comer antes del entrenamiento implica realizar una correcta combinación de nutrientes que le provean de energía para mejorar la resistencia y preparar al cuerpo para el ejercicio. Por lo tanto, la pasta puede ser una buena opción pre- entrenamiento. Asegúrese de combinar la pasta con alimentos ricos en proteína como carnes blancas, tofu o pasta de maní; así como también de comer este plato con dos a tres horas de antelación para rendir en su entrenamiento.
Comer después del entrenamiento es crucial para restaurar los niveles de energía y para promover la reparación muscular, facilitando la recuperación. Después de un entrenamiento es importante reponer el almacenamiento de glucógeno. De la misma forma se recomienda que un alimento rico en proteína sea parte de la comida para promover la reparación muscular y el aumento de masa muscular.
Existen diversos factores que determinan las porciones de comida como: la edad, la estatura, el sexo, la actividad física, el embarazo, la cultura o enfermedades presentes. Sin embargo, una porción de pasta equivale a 150 g o a ¾ de taza de pasta cocida. Para una persona que consume 2000 calorías diarias la porción de pasta recomendada en una comida es de 2 a 2 ½ porciones de pasta o a 1 ½ a 2 tazas de pasta cocida.
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