¡Recuerde que la lactancia materna es una inversión tanto para su salud como para la de su bebé!
Fórmula diseñada para apoyar la digestión con probióticos, lo que fortalece el sistema inmunológico del bebé.
Apta para niños a partir de un año, enriquecida con prebióticos y DHA, esenciales para el desarrollo cerebral y del sistema nervioso.
Ideal para bebés con sensibilidad digestiva, contiene proteínas parcialmente hidrolizadas para una digestión más fácil.
Contiene DHA y otros nutrientes que apoyan el desarrollo físico y mental del bebé.
Fórmula a base de leche de vaca modificada con probióticos y DHA, diseñada para fortalecer el sistema inmunológico y el desarrollo cerebral del bebé.
Asegúrese de revisar siempre si el envase indica la presencia de trazas de alérgenos, ya que esta información generalmente se encuentra en la parte posterior del envase, después del listado de ingredientes. Se recomienda evitar productos con ingredientes que no estén claramente identificados, para garantizar la seguridad alimentaria del bebé.
Al seguir estas recomendaciones, se puede garantizar que el bebé reciba la nutrición adecuada para su desarrollo saludable.
Limitar el consumo de alimentos procesados, con alto contenido de azúcares añadidos, colorantes artificiales y preservantes, puede prevenir posibles efectos negativos en el comportamiento, como hiperactividad o dificultades de concentración. En caso de alergia a la proteína de la leche o intolerancia al gluten, es importante adaptar la dieta con la orientación de un profesional de la salud para evitar molestias digestivas e irritabilidad. Finalmente, mantener una dieta equilibrada y establecer rutinas alimentarias saludables son clave para el bienestar general de los niños.
Probióticos: microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud, especialmente para la salud intestinal. Ayudan a mantener un equilibrio saludable de la flora intestinal, lo que es crucial para la digestión y la absorción de nutrientes, así como para el desarrollo del sistema inmunológico.
5 cereales / 8 cereales: mezclas de diferentes tipos de granos, que pueden incluir avena, arroz, trigo, maíz, cebada, quinua, entre otros. Proporcionan una variedad de nutrientes, incluyendo carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales, necesarios para el crecimiento y desarrollo del niño.
DHA (Ácido docosahexaenoico): un ácido graso omega-3 que es fundamental para el desarrollo del cerebro y la función visual. Es importante para el desarrollo cognitivo y la salud visual en los bebés y niños pequeños, ayudando a mejorar la función cerebral y el desarrollo neurológico.
ARA (Ácido araquidónico): un ácido graso omega-6 que desempeña un papel en la función celular y el desarrollo cerebral. Contribuye al desarrollo del cerebro y a la salud visual, y es especialmente importante durante los primeros años de vida, cuando el cerebro se está desarrollando rápidamente.
HMO (Oligosacáridos de leche humana, como 2′-fucosilactosa): carbohidratos complejos que no son digeribles por el bebé, pero que actúan como prebióticos. Promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino y ayudan a proteger contra infecciones al fortalecer el sistema inmune.
Prebióticos: componentes no digeribles de los alimentos que estimulan el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas en el intestino. Mejoran la salud intestinal, favorecen la absorción de minerales y ayudan a regular el sistema inmunológico.
PDX (Polidextrosa): un tipo de fibra soluble que se utiliza como prebiótico. Ayuda a mejorar la salud intestinal y puede contribuir a una mejor digestión y absorción de nutrientes.
GOS (Oligosacáridos de galactosa): un tipo de prebiótico que promueve el crecimiento de bifidobacterias en el intestino. Ayuda a mantener un equilibrio saludable de la flora intestinal y mejora la función inmunológica.
Hierro: un mineral esencial necesario para la producción de hemoglobina y el transporte de oxígeno en la sangre. Es clave para prevenir la anemia y asegurar un desarrollo cognitivo y físico adecuado en bebés y niños.
Vitamina A: una vitamina liposoluble importante para la visión, el crecimiento celular y la salud del sistema inmunológico. Es esencial para el desarrollo de la visión y el sistema inmunológico, ayudando a proteger contra infecciones.
Vitamina D: una vitamina que ayuda en la absorción de calcio y fósforo, fundamentales para la salud ósea. Es crucial para el desarrollo de huesos y dientes fuertes, y para el mantenimiento del sistema inmunológico.
Sistema inmune: la defensa natural del cuerpo contra infecciones y enfermedades. Los alimentos fortificados con nutrientes que respaldan la función inmunológica contribuyen a proteger a los bebés y niños de enfermedades.
Zinc: un mineral esencial que interviene en numerosos procesos biológicos, incluyendo la función inmunológica y la síntesis de proteínas. Es clave para el crecimiento, el desarrollo, y el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable.
Vitamina B1 (Tiamina): una vitamina del complejo B que facilita la conversión de los carbohidratos en energía. Es esencial para el crecimiento, el desarrollo del sistema nervioso y el metabolismo energético en los bebés y niños.