Las paredes de la casa no sólo separan y dividen espacios, son también lienzos que esperan detalles de decoración.

Los colores pueden cambiar más que el aspecto de la habitación. Influyen en cómo se siente cuando está dentro de ella. ¿Cálido o frío? ¿Intenso o discreto? Sí, puede resultar una elección difícil, pero tómelo con calma. Antes de decidirse con respecto al tono, le recomendamos tener en cuenta algunas consideraciones.

La primera es evaluar la dimensión de la habitación. Si es pequeña, lo mejor será elegir colores menos intensos, ya que esto generará una perspectiva de amplitud. El blanco es una buena opción cuando existen grandes ventanales porque la luz se reflejará sobre ellas.La segunda es analizar la funcionalidad de los espacios.Recuerdo que los colores cálidos tienen un efecto estimulante, mientras que los fríos tiendena ser calmantes y relajantes. Sin embargo, pueden tener diferentes tonos y matices.

Las pinturas con pigmentos cálidos son ideales para la decoración de la sala, comedor y la cocina. Así puede mantener vivas las conversaciones. En el baño es idóneo un solo color, ya sea que escoja un tono frío o cálido, para crear un ambiente inspirador que le invite a pasar mucho rato aquí.

Para una atmósfera relajante en su dormitorio, busque tonalidades frías como el gris, azul y verde. Se ha demostrado que estos colores reducen el estrés y la ansiedad. Por último, puede añadir texturas por medio del papel tapiz. Este material garantiza un estilo elegante.