Es una parte esencial del proceso de desarrollo del bebé y hay ejercicios específicos que ayudan a su progreso.
Daniella Luna, propietaria del Chicky Place en Guayaquil, define a la psicomotricidad fina como la capacidad de usar los pequeños músculos para realizar movimientos específicos con una intencionalidad, puntualmente la coordinación de manos y dedos.
Existen ejercicios que ayudan a potenciar esta destreza en bebés y es importante hacerlo porque a través de las manos conocen el mundo. Es algo necesario para su desarrollo integral, cognitivo, afectivo y perceptivo. “Además, la motricidad fina es importante para potenciar destrezas que se encontrarán presentes en su vida diaria, ya que cuando los niños adquieren más habilidades motores se vuelven más autónomos”.
La especialista recomienda considerar la etapa de desarrollo en la que se encuentra el bebé antes de iniciar. Según esto, se realizarán actividades que vayan en función de sus necesidades.
Ejercicios comunes que ayudan a estimularla incluyen tocar las palmas siguiendo un ritmo, trabajar el equilibrio de las manos con objetos y abrir una mano mientras se cierra la otra, aumentando la velocidad.
Puede continuar
con ejercicios de
psicomotricidad fina
hasta la etapa preescolar