La pérdida de densidad capilar es un problema médico frecuente que afecta a más del 50% de hombres y al 30% de mujeres. El abanico de tratamientos es amplio.
Perder el cabello, poco a poco, hasta quedarse parcialmente o totalmente calvo es una de las grandes preocupaciones que tienen las personas, principalmente las que están en el rango de los 25 años de edad en adelante.
Es normal que, conforme pase el tiempo, el grosor y la cantidad de pelo tienda a disminuir debido a la edad, genética o cambios hormonales. El cuero cabelludo tiene un promedio de 100 000 cabellos y de ellos alrededor de 100 caen diariamente. Sin embargo, su naturaleza es que vuelven a crecer.
Enfermedades, fiebre o infecciones, cirugías, embarazos, dietas drásticas, algunos medicamentos, así como productos de belleza inciden en la pérdida de cabello. Pero la razón más frecuente de la alopecia es hormonal, presentándose, inclusive, sin que la persona se dé cuenta hasta que, al cabo de unos meses, sea notoria la ausencia de pelo.
Afecta más a los hombres, quienes empiezan con esta condición alrededor de los 30 años, mientras que las mujeres evidencian la ausencia de densidad capilar cuando llegan a los 60 años. La pérdida se presenta en varias partes del cuerpo, ya sea en la cabeza, barba, cejas e, incluso, las pestañas.
Lo que la causa
Existen más de 100 tipos diferentes de alopecia. Sin embargo, hay factores determinantes como la dieta, el estrés físico o emocional, cambios hormonales, enfermedades inmunológicas, anemia y alteraciones de la tiroides, que influirán.
Cómo prevenirla
Los hábitos de vida saludable son claves. No fumar, tener una alimentación sana y evitar la exposición solar excesiva favorecen a la salud capilar. A pesar de que no existe ningún tratamiento médico efectivo para prevenirla, la medida más útil para mejorar el pronóstico es realizar un adecuado diagnóstico y tratamiento precoz.
Tratamientos clínicos
Se trata de una enfermedad que afecta, en gran medida, la calidad de vida de los pacientes que la sufren, por lo que no debe ser considerada como una patología meramente estética. Es indispensable recibir la misma importancia médica que otro tipo de dolencias.
El tratamiento varía en función del tipo de alopecia. En el caso de que sea hormonal, lo recomendable es medicación bajo supervisión médica o lociones externas. Ambos procedimientos se los debe aplicar a diario y durante años, para conseguir la máxima efectividad.
En caso de que la pérdida de pelo sea relevante, puede recurrirse al tratamiento quirúrgico: el trasplante capilar. Consiste en traspasar cabellos de la zona de la nuca, genéticamente resistentes al proceso de calvicie, al área de alopecia. La técnica utilizada actualmente es la del microinjerto (pelo por pelo), que produce un resultado totalmente natural. Es una cirugía médicamente segura.
Tratamientos caseros
Aloe vera.
Sus beneficios son variados, no solo para la piel, sino también para el cuero cabelludo. Su gel tiene propiedades curativas, hidratantes y antiinflamatorias. Para preparar una receta contra la caída del pelo, mezcle dos cucharadas de gel de aloe vera con un poco de agua, aplique sobre el cuero cabelludo y deje actuar durante 10 minutos. Enjuague con agua fría.
Leche de coco y zanahoria.
Una combinación que aporta vitaminas B6, B12 y antioxidantes, que ayudan a fortalecer el cabello y evitar su caída. Para preparar este remedio natural, extraiga el jugo de dos zanahorias y viértalo en un vaso de leche de coco. Distribuya la mezcla por todo el cuero cabelludo y déjela actuar durante media hora. Enjuague con agua fría.