Es uno de los lugares más emblemáticos de la capital, conocido por su singular encanto colonial.
Por: Arseni Papell Cantallops
En pleno barrio de La Ronda una calle destaca entre otras: la calle Juan de Dios Morales, conocida por todos nosotros como La Ronda. Visitarla es pasearse por el Quito antiguo en su mejor estampa, lleno de historia, vivencias, artesanos y espacios para comer o compartir.
En tiempo prehispánico fue un camino paralelo a la quebrada Ullaguanga Huayco (más tarde llamada de los Gallizanos o de Jerusalén). Hacia finales del siglo XVIII empezaron a construirse por mestizos, indígenas y españoles, las primeras casas y al llegar el siglo XIX, aparecieron bares populares, cantinas y algún que otro burdel. En la calle vivieron algunos conocidos personajes, desde el ilustre Eugenio Espejo, al popular “Taita Pendejadas”, con su tienda de cachibaches.
También afamados artesanos, excelentes panaderos, músicos, historiadores, poetas pintores y muchos más, como Faustino Rayo (asesino de García Moreno en 1875). En ella, además, cantó el recordado dúo Benítez y Valencia.
Debe su nombre a la vieja guardia que realizaba su “ronda” por esta zona límite de la ciudad colonial, para que todo estuviera en orden. Y en aquellas épocas, la calle llegaba hasta la actual Capilla del Robo, hoy en plena Avenida 24 de Mayo.
La Ronda, hoy
Hoy La Ronda sigue hermosa como siempre. A pesar de la pandemia, su espíritu permanece en todo aquel que sabe vivir el presente. Afortunadamente, se mantienen varios locales y especialmente, cuatro artesanos quiteños, algunos de larga tradición familiar.
En la casa 925 encontramos a don Gerardo Savala, conocido como “Rey del Trombo”, el popular juego quiteño. También fabrica otros juegos sencillos, pero que son parte de la historia de la ciudad, todos en madera. En el segundo piso de esta misma casa está la Hojalatería Silva, con todo tipo de juguetes y artículos en hojalata, a veces mezclada con madera o barro.
En la casa patrimonial 989 trabaja don Germán Campos, orfebre que vende trabajos con diferentes diseños y materiales, principalmente en cobre; y para concluir este paseo artesanal, en la planta alta del edificio tenemos el taller de José Luis Jiménez, repleto de piezas de arte religioso, cofres y baúles.
La Ronda por la noche
Cuando ellos cierran, otra vida asoma en La Ronda. La calle se ilumina y toma un aire de fiesta. Diversos bares, restaurantes con buena comida, sitios para tomar un canelazo y compartir (algunos con música en vivo). Llenan con su presencia ese momento del día en que a uno le apetece cenar o relajarse después de una bonita caminata por este Quito Patrimonial, del que La Ronda es su indiscutible joya urbana.
Cómo llegar
La Ronda está ubicada en el Centro Histórico de Quito. Si va en auto, lo mejor es estacionarlo en alguno de los parqueaderos cercanos. Si va por transporte público, lo recomendable es tomar el Sistema Integrado Trolebús, hasta la parada “Plaza de Santo Domingo”. Estará a unos pocos metros de la calle.
