Mejore el aspecto y la calidad de su ropa mientras optimiza este trascendental quehacer.
La lavandería es una actividad que, al menos, se debe realizar una vez por semana. Contar con prendas limpias y usar nuevamente esa camisa o jean que tanto le gusta es todo un placer. Para que toda su ropa luzca como nueva y el proceso de este quehacer se le haga relativamente sencillo, le presentamos algunos consejos útiles.
Negros de impacto
Preservar la ropa negra en su tono original después de varias lavadas es un desafío. Para lograrlo coloque dos tazas de café recién pasado antes de que inicie el ciclo de enjuague en la lavadora. En lo que respecta a jeans de color negro, que se destiñen con el tiempo, remójelos en una solución de vinagre blanco y agua salada en partes iguales antes de su primer aseo. Luego, durante la lavada, de la vuelta y hágalo con agua fría.
Recupere las prendas encogidas
Es algo que puede suceder. Retira una prenda de algodón, lino, lana o seda del secador, solo para darse cuenta de que su tamaño se ha reducido considerablemente. Si esto le pasa, hay una solución. Prepare una mezcla de agua tibia y shampoo de bebé. Deje reposar unos minutos hasta que las fibras se relajen y estire delicadamente, hasta que regrese a su tamaño normal.
El detergente en su punto
Lea con cuidado las indicaciones impresas en el empaque del detergente que compró para determinar cuánto debe usar según la cantidad de ropa y el tamaño de su lavadora. Si usa demasiado, puede generar gran cantidad de espuma, lo que dificulta el enjuague y hará que sus prendas salgan con residuos de jabón.
Manchas Difíciles
La suciedad que se produce cuando el sudor se adhiere al desodorante desemboca en tonos amarillentos en el área axilar. Es algo común en las camisetas de tonos claros. Para eliminar este tipo de mancha, prepare una mezcla de bicarbonato con agua y peróxido de hidrógeno. Coloque en el área y deje reposar por 30 minutos. Luego enjuague y lave como de costumbre.