Para mantener la piel radiante y saludable a toda edad, hay una serie de pasos y cuidados específicos que debe cumplir.

Es el órgano más extenso de su cuerpo y requiere de cuidados puntuales, ya que es la barrera principal contra agentes externos y un gran delator de la edad. Si siente que, en los últimos años, su piel ha sido expuesta a químicos abrasivos que pueden perjudicar su calidad, como el alcohol antiséptico o antibacterial, le presentamos los pasos básicos que se deben realizar. Es importante hacerlo todos los días para recuperar la textura de su dermis y conservarla luciendo joven y sana por muchos años.

Limpieza

Todo se inicia con una buena higiene. Es necesaria para remover la oleosidad, células muertas, sudor y suciedad que se acumulan durante el día. Para el cuerpo, una ducha diaria con gel de baño o un jabón amigable y suave con el cuerpo es suficiente. Es recomendable que el enjuague final sea con agua lo más fría posible. Es una práctica que mejora la circulación, favorece la oxigenación, cierra los poros y activa el trabajo del sistema inmunológico, trascendental en estos momentos.

Por otro lado, el rostro necesita ser lavado en las mañanas y antes de ir a dormir con agua fría, empleando una sustancia específica para este propósito, según su tipo de piel. De preferencia un sustituto de jabón que no haga mucha espuma, pues esta interfiere con la barrera lipídica de la cara.

Lo más seguro es que, en los dos años pasados, se haya lavado las manos con frecuencia. Este es un buen hábito sanitario, sobre todo si usa un buen jabón que remueve la mugre y microorganismos, pero tenga en cuenta que, al hacerlo con frecuencia, estará removiendo la hidratación natural y los lípidos de esta área de la piel, ambos básicos para que este órgano desarrolle su función como una barrera protectora.

Por ello, en adición a seleccionar un jabón eficiente y sensible con sus manos, el siguiente paso es de suma importancia.

Hidratación

Es una necesidad fundamental de la piel y, sin importar su tipo, todas necesitan una humectación oportuna para mantener su elasticidad, textura y calidad.

Tiene productos específicos para diversas partes del cuerpo. Para una hidratación general, aplicar una loción corporal por las noches o un par de veces al día es aconsejable. Preste especial atención a áreas como los codos, que pueden ser particularmente ásperas. Si lo considera necesario, emplear una sustancia humectante para pies también es una alternativa.

Asimismo, su rostro necesita de un hidratante suave según su tipo de piel. Lo puede colocar en las mañanas y noches, después del aseo. En cuanto a las manos, lo ideal es contar con una crema de manos entre sus pertenencias y aplicarla después de cada lavado o una cantidad sustancial antes de ir a dormir.

Protección

Dentro de los agentes nocivos para la piel, uno de los más perjudiciales es darse al sol sin protección. Al hacerlo, se está exponiendo al envejecimiento prematuro y al desarrollo de enfermedades como el cáncer. Por ello, el uso adecuado de bloqueador solar debe ser un hábito cotidiano y uno de los pasos clave antes de salir a exteriores.

Los dermatólogos aconsejan usar fotoprotección de SPF 30 como mínimo. Este bloquea el 97% de los rayos solares. Lo ideal es aplicarlo cada tres horas desde las 09:00 hasta las 17:00, período del día en que la radiación es más intensa. Si le es posible, evite salir a exteriores durante este tiempo.

Recuerde seleccionar el tipo de bloqueador correcto para su piel. Los que son en gel son ideales para pieles oleosas, los que vienen en crema son óptimos para dermis secas y los disponibles en emulsión o espray se recomiendan para pieles normales. Aplique generosas cantidades en áreas expuestas, como el rostro, cuello y manos.

Asimismo, complemente la protección con accesorios, como gorra, gafas, capucha y prendas de manga larga.

Recuerde la alimentación

Más allá de los cuidados tópicos esenciales, nutrir a la piel desde dentro es un paso fundamental. Para ello, una alimentación balanceada es necesaria. De esta manera le estará brindando a este órgano todas las vitaminas y minerales que necesita para cumplir sus funciones, conservar su suavidad y su elasticidad.

Una dieta rica en vitaminas A, C y E es importante. La vitamina A es útil por sus derivados como el retinol, un agente potente que ayuda a la regeneración epidérmica, útil contra las arrugas y manchas. La obtiene en alimentos como el zapallo, zanahoria y huevo. Por su parte, la vitamina C aumenta la síntesis de colágeno y es un buen antioxidante. Está presente en la mayoría de cítricos, el brócoli y la espinaca. La vitamina E provee un compuesto importante para la hidratación. Está disponible en el aguacate, pepinillo y aceite de oliva. 

Cuidado con las manchas

Los expertos en dermatología concuerdan que el factor más común para que una piel presente manchas es por una exposición solar inadecuada. Se producen por una alteración en la melanina y se manifiestan como lunares, pecas o lentigios. Pueden ser claras u oscuras. Por ello es importante mantener buenos hábitos de cuidado y proteger la piel ante el sol.

Precaución con las pantallas

El ‘rostro de computador’ es un fenómeno estético actual que aqueja a muchas personas. Sucede cuando se pasa más de seis horas frente al computador. La radiación UV que emiten las pantallas, aunque es baja, interfiere con el aspecto y la calidad de la piel, desembocando en arrugas, líneas de expresión anticipadas y un tono apagado. Debido a esto, aplicar hidratante y, sobre todo, bloqueador solar repetidamente durante el día, así se encuentre en interiores, es trascendental.

Sin embargo, los computadores más modernos vienen con pantallas tipo LCD o LED y ya no emiten este tipo de radiación. Aunque verificarlo es importante, el cuidado no se debe desatender.