Sin prisa pero sin pausa. En el ámbito laboral, ser productivos y evitar el estrés es posible.
Sacar provecho a la jornada laboral para tener un día efectivo es la meta de todo trabajador. Sin embargo, cuando surgen los inevitables imprevistos, es fácil desconcentrarse y dar paso al estrés. Descubra cómo mantenerse enfocado en lo que en verdad es importante, cumplir con las tareas encomendadas y tener un buen desempeño y ambiente en su segundo hogar.
Establezca metas diarias
Realizar un plan diario y semanal, lo más cercano a la realidad, es importante para jerarquizar las actividades y tener un control sobre lo que hace. Revíselo periódicamente y haga status al finalizar el día o antes de salir al almuerzo y ajústelo según los acontecimientos de la jornada. Es una gran manera de evitar la acumulación.
Realice una pausa
Cuando las tareas lleguen abrumar, es aconsejable cambiar de ambiente y tomarse un descanso. A veces, puede sentirse ofuscado por la cantidad de trabajo o la complejidad de lo que le asignaron. Las ideas no fluyen, el estrés abunda y siente que no avanza. Para hacerle frente a esta situación, más común de lo que se cree, haga una pausa, realice una caminata breve, tómese un café y regrese a sus labores renovado.
Enfóquese en su horario
Las largas jornadas de trabajo son molestas para muchos. Por ello, enfóquese en sus actividades mientras esté en la oficina y evite distracciones. A nadie le gusta quedarse por horas para cumplir con las actividades programadas y que se pueden cumplir dentro del día laboral. Hay un tiempo para estar en el trabajo y uno para estar en el hogar, con la familia. Despréndase de la oficina en la casa y regrese al día siguiente renovado, listo para enfrentarse a los desafío.