Es uno de los alimentos más consumidos en el mundo y no puede faltar en el menú familiar. Este lácteo es saludable y aporta grandes beneficios a la salud.
Desde los suaves y cremosos brie hasta los intensos y añejos parmesanos, el mundo del queso es un universo de sabores, texturas y tradiciones. Disfrute del mundo del queso, donde cada bocado es una experiencia única que despierta los sentidos y celebra la artesanía y la pasión que se esconden detrás de cada bocado.
Su principal nutriente es el calcio
Contiene todos los principios alimentarios necesarios para el crecimiento y desarrollo humano, su consumo es recomendable en todas las edades, en especial en las etapas de la infancia y la vejez.
Además de calorías, aporta vitaminas A, B2, B12, que combaten las infecciones, cuidan la piel, mejoran la cicatrización y favorecen el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. Este alimento versátil posee proteínas que ayudan a formar, reparar y mantener los tejidos del cuerpo. Es rico en fósforo y magnesio que ayudan a la formación y crecimiento de los huesos.
Está demostrado que puede ayudar a reducir los efectos de las patologías crónicas, como la osteoporosis, cálculos renales y diabetes del tipo II. También es un alimento que aporta beneficios para las mujeres embarazadas.
Se recomienda incluir en el menú diario 1 000 mg de calcio. En este caso de 80 a 125 g pueden provenir de los quesos frescos y de dos a tres lonchas de queso maduro. De esta forma, los especialistas señalan que se cubren las necesidades de calcio, vitamina D y otros factores nutritivos.
Su alto valor alimenticio hace que sea imprescindible para una dieta saludable. Una característica importante es que el moho y las bacterias que contiene pueden actuar en favor de la flora intestinal, ayudándonos con una mejor digestión.
¿Qué hay en la corteza?
La corteza del queso no es solo una fina capa que separa el interior cremoso o terroso del queso del aire que lo rodea. Contiene microorganismos que cumplen diferentes cometidos. Los hay especializados en romper proteínas y grasas para crear compuestos volátiles de azufre y amonio, que proporcionan un olor muy intenso a este alimento. Otros microbios de la corteza del queso forman una barrera defensiva frente a otras bacterias patógenas que podrían contaminar los alimentos.
La pizza perfecta
Científicamente demostrado: el mejor queso para preparar pizza es la mozzarella. Un estudioso de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, publicó un trabajo en el que analizaba qué propiedades tiene esta variedad frente al cheddar, el edam, el emmental, el gruyere o el provolone. Usando cámaras de video y un software especialmente diseñado para examinar cuantitativamente las imágenes de pizza y poder evaluar cuál presentaba un aspecto más apetecible, determinaron que el ganador es el popular mozzarella.
Se concluyó que, cuando se hornea, el mozzarella muestra un comportamiento muy elástico. El agua que contiene se evapora con facilidad y crea burbujas que se expanden bajo la elástica capa de queso. Al crecer las burbujas, el aceite resbala y el mozzarella expuesto se pardea. Finalmente, la burbuja estalla y el queso descansa de nuevo sobre la pizza.
Salud dental
De acuerdo a un estudio que publicó la revista General Dentistry, el queso previene las caries. En la investigación, los científicos analizaron el pH dental de personas tras beber leche, comer queso o tomar un yogurt sin azúcar.
Los datos mostraron que solo quienes comieron queso mostraban un aumento en el pH de su boca por encima de 5.5, cifra que indica que los dientes están protegidos de la erosión y reducen el riesgo de desarrollar caries. Además, varios compuestos del queso parecen adherirse al esmalte dental y actúan como escudo para la dentadura frente a los ácidos que pueden dañarla.