La capital resume, con su bello patrimonio religioso, parte de su historia. De modestas capillas a catedrales y basílicas. Una joya invaluable.
Simón Bolívar decía: «Caracas es mi cuna, Bogotá mi cuartel y Quito mi convento». Ya en los primeros años de la colonia Quito, en su pequeña dimensión, tenía unas veinte iglesias. La religión debía impregnar la vida de los quiteños de aquel entonces. Asómese a este enorme patrimonio que se nutre de sacralidad, arte, leyendas y hasta milagros. Pocas ciudades lo tienen.
Por: Arseni Papell Cantallops |
IGLESIAS PRINCIPALES
SEIS SORPRESAS
SAN JUAN
La Iglesia de San Juan es antesala del Monasterio de las Agustinas Contemplativas. Allí, los agustinos tuvieron un convento para formar a sus religiosos. Antes de la colonia, la loma sobre la que se asienta la iglesia se llamaba Huanacuari y tenía un templo a la luna. En frente, el Yavirac (Panecillo) su templo al sol. Había procesiones entre ambos por el Camino Real, hoy calle Benalcázar.
CAPILLA DE BELÉN
En la parte norte del Parque de la Alameda encontramos El Belén. Se levanta en el lugar en donde los españoles celebraron su primera misa de Navidad en 1534, poco después de su llegada a Quito. Pequeña, el edificio actual es de formas sencillas y armoniosas. Admire en su interior figuras coloniales como la del Calvario.
SANTA CATALINA DE SIENA
La iglesia es del Siglo XVI y es de monjas de clausura. Tras más de 400 años de misterio abrieron sus puertas para crear el Museo Monacal Santa Catalina de Siena, con cuatro salas de piezas artístico-religiosas. Pero lo que muchos quiteños valoran son las pócimas elaboradas con diversas hierbas para curar todo tipo de males.
EL SEÑOR DEL MILAGRO
En plena Loma Grande y por la calle Rocafuerte hasta la Fernández Madrid, un giro a la derecha nos lleva a la escondida Capilla del Señor de los Milagros. Con estilo entre barroco y mudéjar, es de finales del siglo XVIII. Construida en recuerdo del milagro ocurrido en la quebrada que separaba la loma grande de la chica.
SAN MARCOS
La Loma Chica es ahora el encantador barrio de San Marcos. Pasearse por la calle Junín le lleva a la Iglesia de San Marcos, ubicada en un pequeño pero encantador parque. De las más antiguas de Quito, se dedicó de inicio a los indígenas. En su interior hay verdaderas obras de arte, destacando el calvario y su hermoso Púlpito.
CAPILLLA DE LA DOLOROSA
En la calle Benalcázar, la Capilla de la Dolorosa se ubica en lo que fue el comedor del antiguo Colegio San Gabriel. En la noche del 20 de abril de 1906 los alumnos que allí se encontraban vieron que la Virgen parpadeaba durante unos quince minutos. Milagro que justifica la gran devoción que se profesa a la Virgen Dolorosa del Colegio.