Es uno de los postres más sencillos, al que le puede dar usos inventivos.
Lo bueno de la gelatina es que es sabrosa, popular y sencilla de preparar. Por ello, se presta para la creación de los postres más exquisitos. Llevarla al siguiente nivel, empleándola como un ingrediente estratégico en preparaciones dulces más elaboradas, enriquece cualquier receta. A continuación, le presentamos dos opciones que permiten que la gelatina se luzca. Prepárelas para cerrar un almuerzo o como la atracción dulce de un encuentro social. Seguramente, se ganará un sinfín de cumplidos.