Es la sopa que deleita los sentidos, une a las familias y se luce como la protagonista culinaria de la Semana Santa.
Es un platillo lleno de simbolismo y uno de los íconos gastronómicos del Ecuador. Cuando inicia la Semana Santa, degustar esta sopa al menos una vez es una tradición que se debe conservar. Pero, más allá de saborear sus ingredientes y complementos, la fanesca cumple con un propósito más importante: acercar a los seres queridos. Su preparación ofrece una oportunidad como ninguna otra para compartir tiempo de calidad.
En su libro ‘Sopas, la identidad del Ecuador’, el chef Edgar León afirma que este potaje ofrece una sinergia perfecta entre símbolos católicos y rituales indígenas. Cada uno de sus ingredientes tiene un significado específico. Aunque tiene leves variaciones regionales y muchos se disputan su verdadera identidad, para esta ocasión, el experto comparte su receta personalizada de la fanesca, con un singular toque gourmet. Prepararla es algo laborioso, pero ideal para llevar algo especial a la mesa.
EDGAR LEÓN
El chef estudió alta gastronomía en el Cordon Bleu de París y ha dedicado gran parte de su vida a la investigación culinaria ecuatoriana. Su libro ‘Sopas, la identidad del Ecuador’ fue nombrado el segundo mejor libro de cocina del 2014 en los Gourmand World Cookbook Awards.