Se debe realizar con suma tranquilidad y buen humor, manejando la botella con firmeza y delicadeza.

1.- El vino se sirve siempre por la derecha de la persona, por el mismo lugar que se colocan las copas. La botella se debe tomar por el tercio inferior y con la etiqueta expuesta a la persona. Hay que anunciar el nombre del vino, la denominación, la variedad, el año de cosecha y el nombre del productor.

2.- Revise que la temperatura de servicio sea la correcta. Utilice idealmente un sacacorchos profesional y una servilleta para cuidar cualquier derrame. Corte la cápsula, sin girar la botella, por debajo del cuello (gollete inferior). Limpie el corcho y el borde de la botella. Remueva el corcho sin perforarlo. Para ello, es conveniente insertar el tirabuzón del sacacorchos justo por el medio, dejando afuera la última espira del mismo.

3.- Verifique que el corcho no posea ninguna anormalidad olfativa. Con ayuda de la servilleta, limpie el borde interno del cuello de la botella. Perciba el vino antes de servir, si todo está en orden, inicie el servicio comenzando por las damas. Si está en un restaurante, por el cliente que solicitó el vino para obtener su aprobación y luego, por las damas.

4.- En vinos blancos o rosados coloque la botella en un balde, cuyo contenido no exceda el tercio de hielo y dos tercios de agua. Cuando se trate de grandes reservas, es conveniente decantar el vino antes, para separar los sedimentos que se pueden formar.

5.- Evite hacer ruido al sacar el corcho y menos, hacerlo saltar. Se sirve con la copa en posición horizontal, nunca inclinada, pues si lo hace así, se formará espuma. Espere que el líquido descienda para completar el volumen de servicio, que no debe exceder los dos tercios de la copa.