El singular sabor de esta planta es inconfundible. Incluirla en sus comidas es una gran forma de cuidar su salud de forma natural.
Gracias a sus propiedades medicinales, el jengibre es un alimento que está de moda. De seguro, en los últimos meses, ha escuchado acerca de esta planta y todo lo que hace por su bienestar al consumirla. Pero, más allá de sus notables beneficios para la salud, goza de un sabor característico, fuerte, algo cítrico y levemente picante, el cual es perfecto para todo tipo de platillos de sal o dulce. Por ello, le enseñamos cómo aprovechar al máximo esta delicia de la tierra.
ORIGEN
Esta planta es originaria de Asia. Ha sido usada por cientos de años como un ingrediente clave en la gastronomía de varios países de este continente, en particular en la India y China, los cuales todavía son los mayores productores de jengibre. Sin embargo, en la actualidad, su uso es común alrededor del mundo.
NUTRICIÓN
El jengibre es celebrado por su sabor pero, más que eso, por todas las cualidades nutricionales que posee. Su principal componente es el gingerol, un excelente antiinflamatorio, digestivo, anticancerígeno y antioxidante. Consumirlo ayuda a prevenir enfermedades que afectan al sistema respiratorio, mejorar la circulación, aliviar las náuseas, favorecer la digestión, prevenir las migrañas y combatir el estrés. Un estudio reciente demostró que incorporarlo en la alimentación ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) en la sangre.
USOS
Si bien el jengibre no es un ingrediente autóctono ecuatoriano, puede emplearlo en un sinnúmero de preparaciones típicas, para dar un gusto original e inesperado a cualquier receta. Es perfecto si lo incorpora como especia en un encocado o si lo aplica para aromatizar un aguado de pollo. Asimismo, lo puede aprovechar al hacer la miel de los buñuelos para un postre o incluirlo en un arroz con leche. Saborizar el jugo de naranjilla o perfumar un chocolate caliente tipo Ambato con esta planta son grandes alternativas para experimentar en la cocina. Además, beberlo como té o usarlo como ingrediente especial al preparar cualquier cárnico son dos de sus usos más comunes.
CONSERVACIÓN
Una de las cualidades del jengibre fresco es que es de gran tamaño y, por lo general, no necesitará mucha cantidad para sus recetas. Por ello, en ocasiones, se puede echar a perder si no lo conserva adecuadamente. Lo ideal es proceder de esta manera: tome la planta y córtela en dos porciones, una grande y una más pequeña. Al trozo pequeño, pélelo, envuélvalo en papel film y guárdelo en la gaveta de frutas y verduras del refrigerador. Este lo puede usar de inmediato. Con respecto al trozo grande, córtelo sin pelar en unidades de medio centímetro y guárdelas en el congelador, en fundas resellables. Así contará con jengibre fresco por meses.