Es uno de los destilados más populares y versátiles, perfecto para lucirse en la coctelería.

Es un destilado aguardiente que posee una graduación alcohólica alta, caracterizado por su sabor distintivo a enebro, un arbusto cuyas bayas se utilizan como ingrediente principal. Por esta razón se utiliza en coctelería, aunque también se puede tomar puro. Esta bebida espirituosa versátil ha ganado popularidad en todo el mundo gracias a su complejidad y adaptabilidad en cócteles clásicos y contemporáneos.

Origen e historia

El origen del gin se remonta al siglo XVI en los Países Bajos, donde se desarrolló una bebida llamada «genever» o «jenever». Esta bebida, a base de cebada malteada y aromatizada con enebro, fue creada originalmente por los alquimistas para usos medicinales, especialmente como tratamiento para dolencias renales.

Durante el siglo XVII, los soldados ingleses que luchaban en los Países Bajos llevaron la genever a Inglaterra. La bebida se popularizó rápidamente y se transformó en lo que hoy conocemos como gin. A medida que su popularidad crecía, se establecieron numerosas destilerías en Inglaterra, especialmente en Londres, dando lugar al estilo ‘London Dry Gin’.

En el siglo XVIII, se convirtió en una bebida sumamente popular entre las clases trabajadoras en Inglaterra, dando lugar al período conocido como el ‘Gin Craze’. Durante este tiempo, la producción de gin no estaba regulada, lo que llevó a problemas de salud pública. En respuesta, el gobierno británico implementó una serie de leyes, incluyendo el Gin Act de 1751, que reguló la producción y venta de esta bebida, estableciendo estándares de calidad y control.

Evolución del gin

Con el tiempo, la calidad mejoró significativamente. Los destiladores comenzaron a experimentar con nuevas técnicas y botánicos, refinando el proceso de destilación y ampliando la gama de sabores disponibles. Este proceso dio lugar a diversos estilos de gin, incluyendo el «Plymouth Gin», el «Old Tom Gin» y el «Navy Strength Gin».

A finales del siglo XX y principios del XXI, el licor experimentó un renacimiento global. La creciente demanda de productos artesanales y de alta calidad impulsó a muchos destiladores a crear gins innovadores con una amplia variedad. Este renacimiento también fue acompañado por la proliferación de bares especializados y la revalorización de cócteles clásicos como el Gin and Tonic y el Martini.

Gins artesanales y de pequeña producción

Una de las tendencias más destacadas en la actualidad es el auge de los gins artesanales. Estos se caracterizan por ser producidos en pequeñas cantidades y, a menudo, utilizan ingredientes locales únicos. Los consumidores buscan autenticidad y calidad, lo que ha llevado a un crecimiento significativo en el mercado de este tipo de bebidas.

Los destiladores modernos están experimentando con una amplia gama de ingredientes, más allá del tradicional enebro. Productos como el hibisco, el pepino, la rosa y diversas especias están siendo incorporados para crear perfiles de sabor únicos. Esta innovación permite a los consumidores explorar nuevas experiencias sensoriales y disfrutar de gins con carácter distintivo.

Gin en cócteles

Este licor es un ingrediente fundamental en la mixología. Además de los clásicos, como el Gin and Tonic, el Negroni y el Martini, los bartenders están creando nuevos cócteles que destacan las características únicas de diferentes gins. Esta versatilidad y creatividad continúan impulsando la popularidad de la bebida en la cultura de los cócteles.

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