LA COMPAÑERA DE MESA QUE, JUNTO A LA SAL, ENRIQUECE LOS SABORES Y ELEVA LOS SENTIDOS.

La comida es un deleite, un festín de sabores. Sin embargo, su preparación puede ser un tanto monótona o sin vida si no sabe darle un toque mágico o diferente. Pero, ¿qué pasa si se atreve a incorporar más condimentos?

La pimienta negra, por ejemplo, es un condimento infallable. Sus propiedades naturales -toque picante y aromático-, refuerzan los sabores, sin enmascararlos ni cambiarlos. Por esta razón es la más usada desde la antigüedad. Esta especia es recolectada cuando está a punto de madurar, para secarla al sol y fermentarla; proceso que le otorga su color y sabor característico. Lo ideal es comprarla en grano y molerla, así mantiene su sabor y aroma.

VARIEDADES

Existen varios tipos de pimienta: negra, blanca, verde, rosada o roja. Todas provienen de la misma planta, a pesar de ser de diferentes semillas. Se recomienda utilizar pimienta negra en caldos, mariscos y pescados; la blanca en pastas o arroces, la verde en carne de res y de cerdo; y la roja en platos frescos como ensaladas.

BENEFICIOS

La pimienta negra contiene piperina, un compuesto que estimula naturalmente la liberación de las enzimas digestivas del páncreas, de esa forma los alimentos condimentados con pimienta, se digieren mejor.

ALIADA CONTRA EL CÁNCER

Si le gusta condimentar sus platos con una pizca de pimienta podría protegerse contra ciertos tipos de cáncer. Investigaciones científicas demuestran que esta especia obstaculiza el crecimiento de células, que promueven el crecimiento tumoral.