Con una ubicación privilegiada en el Cono Sur, la gastronomía de este país está llena de exquisiteces para deleitar.

Conocido por sus vinos, empanadas y repostería, los sabores de Chile encantan a quien los prueba. La cocina de este país es una exquisita fusión de costumbres coloniales e indígenas, con una notable influencia europea. Los platillos chilenos destacan por sus abundantes porciones y alto poder de saciedad. Por ello, le presentamos algunos de los representantes más apetecidos.

Empanada chilena. Probablemente el platillo chileno más popular a nivel mundial. También son conocidas como “empanadas de pino”, gracias a su relleno, elaborado con carne de res, cebolla picada, huevo y pasas. Es común comerla los domingos y acompañarla con un vino tinto del año.

Completo. Un clásico de las calles de Santiago, que lleva al tradicional hot dog al siguiente nivel. Se trata de una salchicha tipo vienesa, con tomate picado, guacamole (palta), mayonesa y un sinnúmero de aderezos adicionales. Existen gran cantidad de variedades, como el “italiano”, el “atómico” y el “dinámico”, entre otros.

Terremoto. Este cóctel tradicional es más reciente. Fue inventado a finales del siglo XX y ahora es un clásico de las fiestas patrias de ese país. Se prepara con helado de piña, granadina, vino blanco y Pisco. Se dice que su nombre es debido al terremoto que sacudió a la región de Valparaíso el 3 de marzo de 1985.

Porotos con riendas. “Más chileno que los porotos” es un dicho célebre en ese país, en honor a este platillo típico. Consiste en un guiso a base de fréjol, choclo, zapallo, albahaca, pasta y chorizos rebanados. Es común servirlo caliente en los meses de invierno y se dice que, si llegan visitas, hay que echarle más agua para que alcance.