Extienda su vida útil y deles el cuidado que se merecen con los consejos que le presentamos a continuación.
El Dr. Diego Padilla, oftalmólogo, explica que hay múltiples tipos de lentes de contacto, los cuales se prescriben según las necesidades de cada persona. Los más usados en nuestro medio son los blandos de reemplazo frecuente, los cuales son útiles por 30 días, permiten la oxigenación correcta del ojo y, en ciertos casos, cuentan con protección UV. “También los hay desechables, semi duros, o lentes blandos de uso prolongado, los cuales la mayoría de veces son usados con fines terapéuticos”.
• El tiempo de uso ideal para los blandos es de ocho a 10 horas. Es mejor evitar llevarlos más de 12 horas, pues hacerlo cansará los ojos.
• Al removerlos es óptimo guardarlos en una caja para lentes con solución multipropósito, que los limpia, enjuaga, desinfecta, remueve residuos y conserva.
• Al manejar esta solución, evite tocar la punta de la botella o hacer que entre en contacto con cualquier superficie, porque puede contaminar el contenido. Manténgala bien cerrada cuando no la use. De la misma manera, evite reusar el líquido y deséchelo. Es importante tener en cuenta su fecha de expiración y no extender el uso del producto.
• El estuche de los lentes puede ser otro factor de contaminación que genere problemas en los ojos. Es aconsejable lavarlo con agua caliente antes de usarlo y dejarlo secar a ambiente. También se recomienda cambiarlo cada tres meses como mínimo. Puede conservar los lentes por 30 días en la solución pero, al usarlos nuevamente, es bueno enjuagarlos antes de que se los coloque.
Cómo colocarlos
• Para colocar lentes blandos lave sus manos meticulosamente. Cuando estén limpias y secas, tome el lente previamente desinfectado con el dedo índice de la mano con la que escribe.
• Con el dedo medio e índice de la otra mano, baje su párpado inferior y suba el párpado superior. Mire hacia arriba y coloque el lente en el ojo delicadamente. Mire hacia todos los lados y cierre los párpados para que el lente se centre. Repita el proceso con el otro ojo.
• Para removerlos repita el procedimiento, deslizando el lente hacia la esclerótica y retirándolo con la ayuda del pulgar. Según el experto, para sacar los lentes semi duros, el proceso es algo diferente. “Hay que crear una presión entre los parpados de tal forma que al parpadear, el parpado superior roce con el borde del lente, lo levante y de esta forma se expulse”.
Lo que debe evitar
Por comodidad o falta de precaución, algunas personas, cuando les falta solución multiuso, usan agua u otro elemento para guardarlos momentáneamente. Esto es un gran error. Guardarlos en el agua del grifo puede contener microorganismos que pueden producir infecciones oculares.
Cuándo cambiarlos
Al usar lentes de contacto, tenga siempre presente las instrucciones de su oftalmólogo. Es básico visitarlo si los va a usar por primera vez o al momento de renovarlos.
Su frecuencia de uso varía. Por lo general puede ser de un día (desechables), dos semanas (15 puestas) o un mes (30 puestas).
Es mejor evitar extender su uso más allá de estas frecuencias. Si lo hace, su visión se puede tornar borrosa, sentir comezón, dolor, lagrimeo y otros efectos molestos.
Cómo cuidar sus ojos
Las malas prácticas higiénicas al usar lentes de contacto pueden desembocar en graves infecciones oculares e inclusive pérdida de la visión, por lo que el cuidado de los ojos es igual de importante que el de los lentes.
• Recuerde lubricar sus ojos con gotas especiales para lentes de contacto que previenen la molesta sequedad generada cuando se los lleva puestos por varias horas.
• Visite a su oculista con frecuencia. Lo ideal es realizar un examen visual cada año si los usa constantemente.
• Si sus ojos se enrojecen demasiado cuando se los coloca, siente dolor, se hinchan o su vista se vuelve más sensibles a la luz, deje de usarlos y consulte con el oftalmólogo.