Esta puede ser una Navidad diferente si se lo propone. Le invitamos a conocer una nueva forma de realizar este popular juego.
Este año nos ha enseñado que lo más importante en cada celebración es la presencia de todos nuestros seres queridos. Sin duda, hemos aprendido a valorar más los momentos en familia. Por este motivo, le proponemos una nueva forma de jugar al amigo secreto, en el que no se entregarán obsequios, sino acciones desde el corazón, que alegrarán a quien las reciba.
¿En qué consiste el juego?
- Para empezar es importante que todos los integrantes estén de acuerdo en participar.
- Cada familia puede poner sus reglas.
- Los participantes deben escribir un deseo que pueda ser cumplido por otro integrante de la familia y firmarlo para saber a quién corresponde. Por ejemplo, se puede solicitar: un desayuno en la cama, lavar el auto, cambiar las sábanas, un rico postre, etc.
- Coloquen los papeles en un recipiente. El día de Navidad, cada uno sacará al azar el deseo que deberá realizar.
- Cumpla el deseo con mucho amor y recuerde que el suyo también será concedido
Esta forma de intercambiar acciones nos puede llevar a conocer un poco más a nuestro círculo familiar cercano. Así sabremos cuáles son las pequeñas cosas que les hacen felices y podemos hacerlas de manera continua, para tener una convivencia pacífica, amorosa y cordial.
Además, se trata de un regalo personalizado, que promueve actitudes positivas y mayor interacción familiar. Lo bueno de este juego es que puede complementarse con el intercambio de regalos tradicionales, si así lo desean.
Familia solidaria
Brindar ayuda a las personas que más lo necesitan es otra forma de celebrar la Navidad en familia. Para lograrlo no es necesario salir de casa. Pueden ponerse de acuerdo entre los integrantes y, en un fin de semana, arreglar sus habitaciones, para sacar toda la ropa y zapatos que están en buen estado y se les pueda dar un segundo uso.
Si hay niños en casa seguramente tendrán juguetes y útiles escolares que ya no utilicen y pueden hacer felices a otros niños. Ayude a los pequeños a elegir las cosas para donar, transmitiéndoles así valores de solidaridad y generosidad.
Todo lo que logren recolectar se puede entregar en fundaciones o iglesias. Estas entidades se encargan de repartir a las personas que darán buen uso a todas esas cosas que la familia ya no ocupa.
Si lo prefieren, preparar alimentos o hacer un donativo en efectivo también son grandes alternativas. Existen diversidad de opciones para ayudar a los demás. Tomar esta acción como familia los convertirá en un grupo de personas comprometidas para que el mundo sea cada día un poco mejor.
| Practicar actividades diferentes fomenta la unión y la complicidad entre los integrantes de la familia |
